NO ES SANO ESPERAR SIEMPRE LA CATASTROFE Y HABER PERDIDO LA CAPACIDAD DE DISFRUTAR EL MOMENTO. EL SUFRIMIENTO NO DEBERIA SER UN ALIMENTO DIARIO, PERO ASI ES LA VIDA. ACA SE CONVIVE CON EL Y SIN QUERER SE LES HACE UN LUGAR A LOS MALOS PRESAGIOS...

HACEMOS UN ASADITO?

jueves, 11 de diciembre de 2008

Típica pregunta mía de los domingos a la mañana.
Tiempos de esplendor en la familia. Arrancaba el día con la idea de hacer un asado y pasarla todos juntos. Porque no era sólo comer un asado. Era hacerlo, con todo ese ritual, que comenzaba temprano, despues de tomar unos mates. Allí empezaba el quilombo. Ir a comprar con Clau. Porque uno quería una cosa y otros querían otra. Arrancaba Rosita, mi suegra, que quería morcilla y asado de tira. Clau, que le gusta el chorizo, la morcilla, muslo de pollo y bondiola. Maru, que mata por los chinchulines y los paty. Alejo que se come un pedacito de asado de tira y paty. Leandro que come cualquier cosa, no le hace asco a nada. Los dos benjamines de la casa NS/NC pero que tambien, les ponés un bombero quemado y se lo lastran los hijos de puta. Y a mi que me gusta el vacío o una linda tapa. Y el quilombo empieza porque en la parrilla pones de todo. Y mucho, para que sobre y a la noche comerlo frío, mientras vemos Fútbol de lª.
Pero lo bueno está en la preparación. Después de volver con Clau y las compras, comienza el ritual. Rosita que sala la carne y el pollo. Llevar el equipo de música al quincho, escuchar a Sabina mientras se limpia la parrilla de los restos del asado anterior. Preparar el fuego, siempre ayudado por Leandro. Una vez prendido, jugar un furioso fútbol tenis con Alejo. A cara de perro (pobre, todavía tiene la ilusión de ganarme algún día) Clau, que me alcanza un buen vaso de cerveza negra y se queda un rato conmigo.
Después, un toque antes de que esté listo, mi nieto que viene y le doy de comer ahí nomás, de la parrilla. Y él chocho. Y yo más. Claro, también viene Dieguito, con cara de "... dame a mi también, o te morfo un brazo..."
Después, si. Se largó. Todos juntos a la mesa, a comer. Y los gritos: "... alcanzame un pan..." "... servime coca..." "...traeme la sal..." "... dame un repasador..."
Un quilombo de aquellos, pero hermoso. Y la Sasha atajando con la boca los huesos que le revoleamos, cuando ya están completamente pelados.
Lamentablemente, hace rato que no hacemos algo así. Pero, bueno, confío en que todo vuelva pronto a la normalidad. Y que el quincho vuelva a desbordar de alegría. Con los guachos corriendo por todos lados. Y que con Clau se nos crucen las miradas, diciéndonos sin hablar "... que linda familia que tenemos..."

3 aplaudieron:

Anónimo dijo...

Hermoso retrato, me lo imagine y es muy lindo lo que vì...que bueno un asado asì, comparto el gusto por la bondiola...bien hecha es riquìsima!

Piti Sarlanga dijo...

Bien hecha? la mejor de la zona oeste, modestia aparte.

DaniTheFish dijo...

Bond, say hello!